domingo, 28 de marzo de 2010

LA HUELGA DE NIZAMA, capitulo 02

EL COMIENZO DEL FIN
Fragmento

El instructor premilitar desde el inicio del año escolar, en abril, intentó implantar una disciplina rígida, vertical, propia de los cuarteles donde las “órdenes se cumplen sin duda ni murmuraciones” y los alumnos de la diurna de la G.U. E. “San Miguel”, especialmente los que dejaban las aulas el 64, cansados de los abusos del suboficial Juvencio Villegas Chávez, hicieron llegar sus quejas a las autoridades del plantel, pero nadie les prestó atención.
-La huelga se empezó a gestar por los abusos y el trato despótico de Villegas, que siempre golpeaba a los alumnos. Les “sacaba” la madre a los muchachos. Ni los niños se escapaban. A ellos les pegaba con la culata del fusil “Máuser”. Esos maltratos fueron sumando, sumando y sumando...
-Martín, ¿Cuál fue la gota que rebasó la paciencia del estudiantado?
-El viernes 12 de junio, Juvencio castigó a los alumnos del quinto año “B”. Los dejó marchando en el patio, al mediodía, en pleno sol. Los muchachos, al poco rato, le pidieron una explicación y como no recibieron ninguna respuesta, se negaron a obedecer sus órdenes. Entraron en total mutismo y Villegas no tuvo más remedio que mandarlos a sus casas, no sin antes proferir una serie de amenazas y de prometer jalarlos hasta fin de año en el curso de I.P.M.
Promoción 1964 de Quinto año B, al lado de los profesores Carlos Vargas Díaz, Juan Rosales, José Estrada Morales, Domingo Riqueros y Ricardo Moreno, Regente.

-Juvencio había empezado a cavar su propia sepultura.
-Fue el “waterloo” de tan oscuro personaje, que esa mañana -luego que los “castigados” cogieron libros y cuadernos para acudir a sus domicilios- espumeante de rabia, con el rostro desencajado, los dientes apretados, la mirada fiera y los puños blandecientes, se fue al internado a rumiar su venganza.
...
-Pensaban tomar el colegio?
-Nadie pensaba en huelga. Más bien, queríamos que el 64 fuera el “Año del Renacimiento Sanmiguelino” y para lograr nuestro objetivo, la promoción se comprometió a velar por la disciplina. Los alumnos de quinto año éramos ayudantes de los auxiliares formales. Yo, por ejemplo, ayudaba a cuidar a los estudiantes de cuarto año.
...
Los adolescentes dieron cuenta de los abusos y maltratos sufridos en carne propia. Todos denunciaban al instructor Villegas y luego de más de dos horas de pedidos, sugerencias y amplio debate la mesa directiva resumió los planteamientos de los alumnos y los hizo conocer a la asamblea.
-Habían tres posiciones: una era la de no asistir al plantel hasta que no se vaya Juvencio Villegas; otra, la toma del colegio y la nuestra, la de la promoción, hacer una huelga de libros caídos. Se discutieron los tres puntos de vista, pero al final sólo quedaron los dos últimos.
-¿Quién pidió la toma del colegio?
-Esta petición fue la más brava y la solicitó Carlos Llontop (izquierda). Era un tipo incendiario. Él con un verbo contundente, agresivo, lapidario y ánimo contagiante, pidió a voz en cuello ¡tomar el colegio! para ¡expulsar al tal Juvencio! Los alumnos se encorajinaron y con gestos, ademanes, movimientos verticales de cabeza y aplausos apoyaron resueltamente el pedido del valiente sanmiguelino.
...
-La promoción fue derrotada.
-El “loco” Llontop, como le decían, nos ganó limpiamente y particularmente a mí. De nada valió, por ejemplo, recordarle al alumnado que no se podía tomar nuestro glorioso claustro porque las garantías constitucionales estaban suspendidas por los sucesos habidos en el Estadio Nacional, en Lima, durante el partido de fútbol entre Perú y Argentina...

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